Esta semana teníamos un interesante debate sobre la repercusión en el precio de vender conjuntamente un piso y el local comercial situado justo debajo.

Si se vende en pack debería ser más barato

Una parte de la conversación defendía que, al tratarse de dos elementos juntos, debería haber una rebaja en el precio global (de la misma forma que se venden productos en pack en un supermercado).

Si puedes vivir y trabajar en el mismo sitio estarás dispuesto a pagar más y el precio será mayor

La otra parte de la conversación defendía que la comodidad de vivir justo donde se tiene el local comercial podría ser vista como positiva por un posible comprador haciendo que estuviese dispuesto a pagar más. Así, el valor del conjunto sería superior a la suma de las partes.

Separar (físicamente) trabajo y vida personal

Realmente no es un tema baladí. Tradicionalmente se ha visto de forma muy positiva poder disponer de vivienda justo donde se tenía un local comercial, y esto era habitual en pequeños negocios (mercerías, servicios de reparaciones, ferreterías, tiendas de alimentación, etc.) en los que el propietario vivía por y para el negocio, facilitándole la vida contar con vivienda y negocio a veces en la misma finca.

Sin duda eso era visto de forma positiva por algunos compradores antiguamente, que de esa forma podían dedicar el máximo de horas a tener el negocio abierto y evitar robos estando siempre al lado del negocio.

No obstante hoy en día el tipo de comercio ha cambiado y, aunque el comercio minorista sigue por lo general teniendo jornadas bastante largas y siendo un trabajo duro, las jornadas de trabajo ya no suelen ser tan extenuantes y seguramente hay menos gente dispuesta a vivir y trabajar en el mismo sitio, aunque sea por lo positivo que resulta separar física trabajo y vida personal.